Tiempos de ocaso de la modernidad estos, tiempos del “homo videns”, tiempos de realidad virtual en los que se revela la estructura ficcional de la verdad. Tiempos en los que, como consecuencia de la “muerte de Dios”, éste retorna bajo las formas más atroces y demoníacas.
“La Ciencia, solidaria del Discurso del Amo, puede pensarse como uno de “Los Nombres del Padre”, pero a menudo, en su cara más Real como Super Yo, retornando del Padre “Lo peor”. Recordemos que el Discurso del Amo produce el objeto “a” como plus de goce, es decir como pulsión de muerte. Por lo tanto el supuesto “progreso científico” conlleva estructuralmente la producción del objeto y la forclusión del sujeto.
De la mano de la Ciencia y su hija la Tecnología, se ha decidido efectuar un experimento para entretener mediáticamente a los “televidiotas” del orbe, con su voyeurismo insaciable. Se filmará la vida de un hombre desde su nacimiento. Cinco mil cámaras están preparadas para plasmar, desde su vida intrauterina, hasta su monótona cotidianidad, todos sus movimientos, cual “panóptico omnividente” que nos evoca aquellas sentencias bíblicas:
· DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES Y EN NINGUNA
· DIOS OBSERVA TODOS NUESTROS ACTOS
Forjando así una suerte de Otro consistente y dejando, por estructura, al sujeto en posición creyente, sosteniéndolo en una “religión del Otro”.
El escenario está montado con un despliegue descomunal. Los actores correctamente asesorados de su papel, cómplices de la experiencia, lo ejecutan profesionalmente.
Truman es el protagonista ignorante de un montaje construido en otra escena por él desconocida.
Cual objeto del deseo del Otro realiza su vida sin advertir lo que hay mas allá de los espejos, sin percibir que su destino está cifrado, que su suerte está echada, que es una marioneta a merced del deseo del experimentador, cual los perros de Pavlov, es decir sin poder situar los términos de su alienación.
Respecto del concepto de Alienación, en el Seminario XI, Lacan homologa la posición del sujeto como objeto del deseo del Otro a los perros de Pavlov, que también están sometidos al deseo del experimentador.
Propone también dos vel alienantes que a efectos de este trabajo, nos serán de suma utilidad.
1) EL SER O EL SENTIDO. Siendo la dirección en la neurosis hacia el sentido, padeciendo de “Falta en Ser”, y en la psicosis hacia el ser, (un ser petrificado), siendo el sujeto psicótico un “insensato”.
2) LA BOLSA O LA VIDA.. Siendo en este caso la elección forzada, la vida, ya que si se optara por la bolsa se perderían ambas, quedando para el sujeto una vida mocha, trunca, es decir sin bolsa.
Y bién, la vida de Truman tiene” demasiado sentido”. Jamás ha podido salir del escenario para él montado. Va como corresponde a trabajar todos los días a la oficina; no se jugó, al menos en principio, por la mujer que le gustó, sino que se casó (¿lo cazaron?), con la primera que le “cayó” encima. Corta prolijamente el pasto de su casa, saluda cordialmente a sus vecinos, tiene un confortable pasar de acuerdo al “servicio de los bienes” que tan bien ilustra el sintagma “AMERICAN WAY OF LIFE”, y ya está preparada para él la demanda de su esposa de tener un hijo, en consonancia con la demanda materna de tener un nieto.
Es decir Truman ha rebajado el deseo a la demanda del Otro y es adaptadamente obediente …, excepto en un rasgo: tiene un sueño, visitar las islas Fiji del otro lado del mundo, de su aburrido y mortífero mundo. Deseo sentenciado por su “esposa”, (nunca mejor nombrada), como adolescente, señalando “adultamente”, que todos alguna vez, hemos fantaseado con “locuras” semejantes.
Es así como transcurren sus monótonos días. De vez en cuando aparecen en escena signos extraños: algún objeto, o algún personaje que cae bizarramente del diáfano cielo; algún actor que irrumpe inesperadamente para advertirle acerca de su patética trampa. No obstante, todos estos datos, si bien sorprenden al protagonista, luego son integrados, de algún modo a la lógica del montaje.
Sin embargo, un encuentro contingente como lo es el amor, a partir del flechazo de la mirada, lo conecta con una bella mujer. Algo se ha salido del libreto, algo ha cesado de no escribirse. En este sorpresivo clima, ella advierte a nuestro personaje, sobre su posición a merced del Otro; y violentamente la arrancan de su vida, haciéndola pasar por psicótica, dejando indicado su traslado a las islas Fiji. Esto resignifica en la trama, la fuerza del sueño de Truman, aquello que se debía a sí mismo.
Es así como el títere comienza a despertar, a ver, leer y escuchar, por primera vez datos extraños:
· La interferencia en la radio de su automóvil con voces que indican todos sus movimientos.
· La escena detrás de la escena del ascensor en la que visualiza personajes que no encajan.
· La insistencia de gente y objetos que giran en su derredor pasando una y otra vez, cual diabólico carrusel. Excelente alusión para pensar, que desde la alienaciónestamos condenados a una siniestra repetición.
· Los avisos publicitarios que, de repente, su mujer anuncia, cortando la coherencia de cualquier diáliógo.
Todo esto lo va conduciendo a advertir su posición en relación con el Otro, aunque, en él, va emergiendo gradualmente un deseo, no sin angustia, de separación.
Es muy interesante como comienza a hacer intentos de zafar de este Otro“omnivoyeur”.
Sostuvimos que la alienación en la neurosis es al sentido, y que la vida de Truman está plagada del mismo. Pues, en determinado momento comienza a realizar actos insensatos. Textualmente: “cosas impredecibles y originales”, gritando en ese ataque de insensatez, a los cuatro vientos su originalidad.
No obstante, todo este proceder a la manera del actingout, no es suficiente para evitar, cual sanción, quedar nuevamente encerrado, pero con una ganancia en el saber aún mas, acerca de su alienación.
Sostuvimos con anterioridad que la Ciencia forcluye al sujeto. Lacan plantea que los primeros signos de subjetivación aparecen bajo la forma del engaño al Otro.
En el Seminario X compara al sujeto con el tero. Este último, para engañar al cazador, canta donde no pone los huevos; el sujeto puede realizar la doble operación de engañar que engaña, cantando” donde pone los huevos”. (Hasta podríamos escuchar esta afirmación como una excelente metáfora en español, del jugársela con el deseo en tanto acto).
Truman por primera vez, se sustrae de la mirada y del control omnipresente del Otro: deja un muñeco en su lugar, con una cinta grabada con el sonido de sus ronquidos. Ahora es este objeto “el dormido”, él acaba de” despertar”.
Aquí podemos jugar con el contrapunto de frases sumamente interesantes puestas en boca del director del experimento: ante la pregunta de alguno de los técnicos, acerca de la posibilidad de que Truman descubra la confabulación de la que era víctima, responde: “- Nos adaptamos demasiado bien a la realidad que se nos presenta”. Lo que nos evoca el axioma lacaniano: “La realidad es el Fantasma”.
Sin embargo, y en oposición, como una suerte de alternativa de separación, cuando nuestro personaje avanza en su deseo de desamarrarse del Otro, el Director expresa, que si Truman está decidido a saber sobre la verdad, él ya nada puede hacer.
Frase crucial que nos recuerda que un análisis, ese largo camino de la alienación a la separación, conduce a lo Real, no sin pasar por la Verdad. No sin trabajar los términos de la alienación, no sin transitar, lógica significante mediante, los caminos del sentido-sinsentido, hasta el punto de falta de significante, donde aguarda al sujeto la dignidad de su acto.
Otro dato fundamental es el método judeo-cristiano que adoptó el Padre mediático, para evitar que Truman abandone la isla atravesando el océano: planifica una escena en la que se embarca con su padre biológico; de repente, este último avisora una tormenta, y propone el regreso; Truman expresa (como todo niño insaciable) su deseo de permanecer allí un rato más, y el padre “supuestamente” se ahoga.
Al protagonista le quedan, como consecuencia, dos saldos aparentemente infranqueables de esta experiencia ligada al Padre Muerto (Tótem y Tabú): la culpa y el miedo, por los cuales cada vez que se acerca al mar es víctima de una suerte de ataque de pánico.
Retomamos el momento en que Truman desaparece. Todos los actores principales y extras lo buscan por toda la ciudad. La luna se convierte en un faro como el de las cárceles, que busca en la oscuridad los osados pasos de algún recluso en fuga.
De repente, cual Dios, cuyo capricho es Ley, el director, que no casualmente se llama “CRISTOF” , decide transformar la noche en día, y enfoca el océano. Allí se observa a Truman en un pequeño velero, rumbo a sus islas Fiji, del otro lado del mundo, es decir del otro lado de los espejos, es decir del otro lado del fantasma.
Allí, su padre mediático, propone un primer plano, es el plano del “héroe”;hermosa metáfora para pensar que en un análisis, el héroe es el analizante, y el analista, en el mejor de los casos, lo que resta de un héroe.
Recordemos aquí que el otro vel alienante que propone Lacan para el esclavo es el de la modalidad: LA BOLSA O LA VIDA., en el que vimos que se trata de una elección forzada hacia la VIDA. Cuando trabaja la elección del Amo, la cosa se jugaría en términos de LA LIBERTAD O LA MUERTE, lo que daría la posibilidad de tener LA LIBERTAD, de elegir LA MUERTE. Cuando piensa la lógica de la separación, la conceptualiza como una suerte de ataque al Otro, al intervalo significante en el Otro, con la propia división subjetiva. No se trata del ataque histérico al significante del Otro, lo que mejor lo sostendría. El sujeto se asume como objeto y en su deseo acto va hasta el final.
En consecuencia el Padre protector, el Padre todo amor, descarga su furia mostrando del padre lo peor, contra nuestro decidido personaje, con gigantescas olas y tormentas salvajes.
Truman decide atarse a su nave, nada puede detenerlo ya. La angustia empieza a situarse en el campo del Otro. Se escucha una voz que exclama: ¡No le importa morir!.
Es así, como su acto, ha extraido de la angustia, su certeza, y ella lo conduce hasta el final, atravezando la angustia y confrontándose con aquel estado mencionado por Freud de: hilflosigkeit, desamparo originario.
La calma reina otra vez, Truman no ha muerto. Repentinamente, su nave se topa con el telón del escenario para él montado, con el marco de su fantasma, parece que no hubiera mas allá.
De pronto se produce una abertura detrás de la cual, para Truman, solo habría oscuridad.
Se escucha en “off”, la voz del Padre Mediático, cual voz de Dios, que intenta persuadir a nuestro héroe acerca de las ventajas del mundo seguro y protegido, (seguridad del fantasma), que creó para él, advirtiéndole que del otro lado, la realidad es tan ficticia como de este.
Sin embargo, Truman esta vez no se deja engañar por este canto de sirena, ya se había atado a su barca cual Ulises, o a su piedra cual Prometeo, y como ”El guerrero aplicado”, de Jean Paul Ann, sin ninguna pasión, mas allá de las tres pasiones del ser: el amor, el odio, y la ignorancia, hace lo que hay que hacer: saluda como solía hacerlo todas sus mañanas, pero esta vez de diferente manera, en otra posición, a modo de despedida de su familiar escenario, y, por fin, atraviesa la puerta.
Para concluir, estas últimas reflexiones:
*Truman ha alcanzado un cambio de posición, de la religiosidad neurótica en la que como objeto le daba una ficticia consistencia al Otro, al acteísmo, condensación de acto y ateísmo, revelando así la inconsistencia del Otro. Esto está muy bien mostrado en el film. El exitoso director, comienza a barrarse, a trastabillar, a angustiarse, a no saber què hacer, conforme Truman avanza hacia LA VERDAD, y hacia LO REAL: “donde Ello era, un sujeto pudo advenir”.
*Otro punto interesante es que del otro lado de la puerta, lo aguarda el amor. Aquella bella mujer, que había iniciado su despertar, esta vez corre a su encuentro, lo que nos evoca el final del Seminario XI:
“El deseo del análisis no es un deseo puro. Es el deseo de obtenerla diferencia absoluta, la que interviene cuando el sujeto, confrontado al significante primordial, accede por primera vez a la posición de sujeción a él. Sólo allí puede surgir la significación de unamor sin límites por estar fuera de los límites de la ley, único lugardonde puede vivir”.
Leemos de la ley del Padre, y del límite de la lógica del Edipo, es decir del Fantasma, que condena al sujeto en tanto neurótico a “La mas generalizada degradación de la vida erótica”, intentanto rebajar a la categoría de lo necesario, lo contingente del amor.
*Finalmente, el festejo universal ante la decisión de Truman de atravesar la puerta, pasando del Nombre del Padre, a la Paternidad de su nombre: Truman, homofónico en inglés, con “Hombre Verdadero”; revela que todos somos como el Truman de la experiencia, en tanto objetos del deseo del Otro, solo que es habitual desconocerlo desde nuestro yo, y aún mas, ignorarlo, ya que esta posición es del orden de un mas allá , aún, del saber inconsciente. Se trata de lo Real del sujeto, lo primordialmente reprimido, su dimensión de objeto.
Real que nos conduce, desde la ética del psicoanálisis, a una elección de la que solo cada analizante será responsable.
Elección que se dibuja cada vez, con màs precisión a lo largo de una cura analítica que transcurre entre LA VERDAD, y LO REAL. Elección que Lacan formula en términos de si se quiere lo que se desea, y que podemos, en última instancia formular de la siguiente manera estructural:
“EL DESTINO O LA LIBERTAD”